Esterilización de la perra

Esterilización de la perra
La ovariohisterectomía se define como la extirpación quirúrgica de los ovarios y el útero.

Este tipo de intervención es una cirugía demandada con frecuencia por los propietarios y está indicada para prevenir y tratar patologías que afectan al útero y glándulas mamarias. Como por ejemplo, piómetras, metritis, tumores de mama y útero, torsiones o prolapsos uterinos…

¿Cuál es la edad adecuada para esterilizar a mi perra?

Si no vais a querer criar con ella, la edad idónea es antes o después  del primer celo. Nosotros recomendamos, concretamente, dos meses después. Con esto conseguimos reducir de forma muy drástica el riesgo de padecer tumores de mama.

¿En qué consiste?

Como se realiza bajo anestesia general, unos días antes de la intervención será necesario comprobar el estado de salud de la paciente mediante un análisis de sangre y un electrocardiograma. El abordaje será a través de la línea media ventral. La incisión se realizará desde la cicatriz umbilical, por donde se extraerán los ovarios y el útero, con cierre posterior de la incisión abdominal con puntos intradérmicos.

¿Tardan mucho en recuperarse?

En la mayoría de los casos a los dos o tres días de la intervención están como nuevas. Gracias a que la incisión es muy pequeña y que no llevan puntos externos, la recuperación es muy rápida; ellas se encontrarán como si no les hubiéramos hecho nada. Aun así solemos recomendar una semana de medicación analgésica, antibiótico y ejercicio moderado.

¿Les cambia el carácter?

No, no tiene por qué suceder. En cualquier caso, de ocurrir,  el cambio es positivo, la esterilización puede ayudar a reducir problemas de conducta más o menos graves en el perro.

¿Engordan tras la cirugía?

En algunos casos el metabolismo disminuye, por lo que se recomienda controlar el peso durante los siguientes meses. Una manera de cuidar la línea de tu mascota es elegir el pienso más adecuado para ella, medir la cantidad de comida que debe tomar al día  y no abusar de los premios.

No dudes en preguntar a tu veterinario cuáles son los “snacks”  y el pienso más adecuado en su caso.