Este caso clínico lo protagoniza Harden, Golden retriever de 10 años no castrado que acude a Vetclan porque el propietario ha notado un aumento de tamaño en uno de sus testículos.
Tumor testicular
Exploración y anamnesis
En la exploración general se aprecia un evidente aumento de tamaño testicular y endurecimiento de la zona con atrofia del testículo contralateral.
Aunque con la información obtenida en la anamnesis, historia clínica y examen físico rápidamente pensamos en un tumor testicular, realizamos un estudio ecográfico que confirma el diagnóstico presuntivo.
Diagnótico definitivo
Se reporta la presencia de una masa a nivel testicular sin afectación de saco escrotal con ecotextura fina y heterogénea de aproximadamente 4 x 5 cm. El testículo se encuentra muy aumentado de tamaño y con ecogenicidad heterogénea.
El testículo contralateral presenta una leve disminución de tamaño pero conserva su ecogenicidad normal; asimismo, se detecta aumento de tamaño prostático con estructuras quísticas intraprostáticas simples.
Tratamiento
Tras un chequeo preanestésico, mediante abordaje preescrotal se realiza la intervención quirúrgica y se envían muestras a histopatología para su estudio. Dado que no presenta excesiva distensión del tejido del escroto ni afectación del mismo se opta por no realizar ablación escrotal.
La biopsia nos confirma que se trata de un sertolinoma, neoplasia testicular derivada del estroma del cordón sexual que interesa a las células de soporte dentro de los túbulos seminíferos o células de Sertoli. Normalmente son unilaterales, aunque también pueden ser bilaterales.
Pronóstico
En cuanto al comportamiento biológico, la mayoría de los sertolinomas son benignos siendo la castración (mejor bilateral, ya que a veces se interesan ambos testículos) el tratamiento curativo. Sin embargo, un pequeño porcentaje de sertolinomas pueden mostrar un comportamiento más agresivo y producir enfermedad metastásica. En caso de metástasis se afectarán los ganglios linfáticos regionales (sublumbares y pélvicos) y posteriormente otros órganos internos por lo que siempre se recomienda un seguimiento clínico del paciente.
Como en toda sospecha de neoplasia, el diagnóstico precoz es muy importante, llegando inclusive a establecer la diferencia entre la cura total o solo el control del proceso oncológico. En el caso de los tumores testiculares en el perro, el diagnóstico precoz es muy sencillo: palpación sistemática de los testículos. Cualquier cambio en el tamaño (simetría), consistencia o alteraciones cutáneas (pigmentación, alopecia) en un macho sin castrar, debe alertar sobre la posibilidad de un tumor testicular.
Escrito por: Mercedes Collar
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