Diabetes mellitus en perros

La diabetes mellitus es una enfermedad que, al igual que a personas, puede afectar a perros. Esta enfermedad se caracteriza por un aumento de la glucosa, que se denomina hiperglucemia.

A diferencia de medicina humana, en medicina veterinaria la diabetes se propone una clasificación en dos grupos: la deficiencia absoluta de insulina y la resistencia a ella.

No se sabe exactamente el origen de la falta de insulina (falta de desarrollo pancreático o daños secundarios a patologías pancreáticas)

El origen de la resistencia a la insulina se atribuye a niveles de progesterona elevada como durante el diestro, enfermedades como la pancreatitis, acromegalia.

Existen algunos factores predisponentes a la diabetes:

  • La mayoría de los perros diabéticos son diagnosticados a partir de los 7 años.
  • Afecta principalmente a hembras.
  • Es más frecuente diagnosticarla en ciertas razas como terrier australiano, schnauzer, samoyedo o West Highland Terrier.

Los signos clínicos de diabetes son polidipsia, poliuria, polifagia y pérdida de peso. Para diagnosticar la enfermedad, es necesario realizar diferentes pruebas:

Para poder diagnosticar la diabetes en perros, es necesario realizar una analítica completa.
  • Analítica sanguínea completa: nos aporta el valor de la glucosa que debe ser superior a 200mg/dL. También nos informa de otros parámetros que pueden estar alterados por enfermedades concomitantes como pancreatitis, hiperadrenocorticismo, infecciones…
  • Determinación de Fructosamina: Es una proteína que está en la sangre y nos da información sobre la glucemia durante las dos última semanas.
  • Analítica de Orina: Nos ayuda a determinar si hay glucosuria y a descartar enfermedades renales y urinarias que produzcan una sintomatología parecida.

Las pruebas de imagen pueden ser útiles en casos específicos. Por ejemplo, si se sospecha de pancreatitis.

El tratamiento de la diabetes es individualizado para cada paciente y su objetivo se divide en dos puntos:

  • Reducir los signos clínicos asociados a hiperglucemia e hiperglucosuria manteniendo un peso ideal.
  • Minimizar el impacto sobre la vida del propietario.
La insulina a utilizar dependerá de cada paciente.

El tratamiento médico es multimodal. Es esencial la formación de los propietarios para enseñar a administrar la insulina y conocer las complicaciones así como lo signos de hipoglucemia.

  • Ejercicio regular disminuye la concentración de glucosa por aumento de absorción y el uso de glucosa por los músculos. Además, ayuda a controlar la obesidad.
  • Manejo dietético: La dieta ideal se compone de carbohidratos de índice glucémico reducido con aporte de hidratos no digestibles para enlentecer la digestión. Es importante seguir un patrón de alimentación regular.
  • Las hembras enteras deben ser castradas para reducir la resistencia a la insulina. A veces, después de la castración, se puede ver remisión de la enfermedad.
  • Insulinoterapia: Hay numerosas insulinas, se pueden dividir en la duración de la acción (intermedia o larga) esto nos ayuda a definir la dosificación óptima para cada paciente. Existen insulinas que se usan dos veces al día (caninsulin, Prozinc) y otras solo una (prozinc y glargina).

Las primeras semanas el objetivo es revertir la falta de insulina y formar al propietario sobre la enfermedad. Los datos importantes que los propietarios deben aportar en las revisiones son la cantidad de agua consumida, cantidad de orina, el apetito del paciente y actividad general.

Para la monitorizar la evolución de la enfermedad y realizar cambios de tratamiento es necesario realizar curvas de glucosa, mediciones de fructosamina en sangre y controles de orina.

El control de la enfermedad se consigue cuando los síntomas reducen y los niveles de glucosa están entre 100-250mg/dL. Esta situación suele conseguirse en 1 a 3 meses después de iniciar el tratamiento.

  • Glucómetro portátil: primera medición antes de la comida y la inyección de insulina. Se medirá c/2 h durante 12h.
  • Monitor continuo de glucosa1. Se coloca en la piel de paciente midiendo la glucosa intersticial de forma continua mediante tecnología NFC. El sensor debe escanearse c/8h para guardar todas las mediciones con una duración máxima de 14 días. (reduce la variablidad por la medición de la curva en varios días)
El urianálisis nos permite saber si hay, o no, glucosa y cuerpos cetónicos en la orina.
  • La glucosuria, glucosa en orina, ocurre cuando la glucosa supera 200mg/dL en sangre. Esta forma de monitorización nos puede ayudar a valorar la evolución y decidir cuando es necesario realizar análisis sanguíneos.
  • La cetonuria, cuerpos cetónicos en orina, es un indicio de mal control.

El control de la diabetes supone un desafío. Sólo es posible conseguir el control de la enfermedad con la colaboración entre propietario y veterinario.


  1. ¿Quieres saber más sobre cómo colocamos el sistema de monitorización continua de glucosa en Vetcla? Saber más. ↩︎
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