Dolor en gatos

El dolor es una percepción sensorial localizada y subjetiva que puede ser más o menos intensa, molesta o desagradable. La percepción consciente del dolor se inicia con un estímulo doloroso producido en el sistema nervioso periférico que es transmitido hasta el sistema nervioso central. Al llegar al sistema nervioso central éste procesa la información clasificando el dolor desde el más intenso que hemos sufrido hasta una pequeña molestia y activa los mecanismos de defensa. Después de procesar el estímulo se crea un sentimiento ante ese dolor rabia, miedo, depresión…La detección del dolor en gatos a menudo resulta complicada debido a que son unos expertos en disimularlo.

En gatos hay varias escalas. La más efectiva es la escala Grimace que nos indica el dolor del paciente felino en función de su expresión facial. Se fija en la posición de las orejas, apertura de los ojos, tensión del hocico, posición de los bigotes y posición de la cabeza. Dando una puntuación a cada cambio.

La escala de Grimace ayuda a discernir el grado de dolor en los gatos según su expresión facial.

En un gato sin dolor las orejas se presentan erguidas indica que están atentos y curiosos por le ambiente que les rodea. Las orejas pueden variar de posición hasta estar rotadas hacia el exterior formando una línea recta encima de la cabeza que sería indicativo de dolor.

Los ojos en gatos sin molestia se observan abiertos por completo, pero irán cerrándose según el dolor aumente.

Un hocico redondo en gatos no indica ausencia de dolor. Si observamos un hocico tensionado y aplanado nos indicará que el gato está sufriendo un episodio de dolor.

La posición de los bigotes también cambia cuando el gato presenta dolor juntándose, tensionándose y dirigiéndose hacia delante.

La posición de la cabeza respecto a la línea de los hombros nos indica si el paciente presenta dolor siendo considerado nada de dolor si la parte más alta de la cabeza está por encima de los hombros y mucho dolor si baja por debajo de ésta línea.

Es fundamental que, si observas alguno de los síntomas de dolor en tu gato, acudas al veterinario lo antes posible. Una evaluación profesional es clave para identificar la causa del malestar y determinar el tratamiento adecuado. Gracias a los avances en la medicina veterinaria, hoy en día existen múltiples opciones para tratar el dolor1 y mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas. En la clínica, los veterinarios pueden implementar tratamientos personalizados que abordan las necesidades específicas de cada animal.


  1. ¿Quieres saber más sobre cómo controlar el dolor en los gatos? Saber más. ↩︎
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