Una de las herramientas más útiles para el control del crecimiento descontrolado de las colonias felinas es el procedimiento C.E.S. Consiste en la captura de los animales para su esterilización y su posterior puesta en libertad; CAPTURA-ESTERILIZACIÓN-SUELTA
Actualmente, de hecho, se trata de una actuación ineludible para cumplir con las leyes de sacrifico cero.
Un poco de historia para ponernos en situación.
La domesticación de los gatos se produjo hace 10000 años por la convivencia con los seres humanos, básicamente porque resultaban útiles los unos para los otros. Su función dentro de las comunidades humanas consistía en comerse a los roedores; siendo a su vez, dichas comunidades, una excelente fuente de alimento para ellos.
Debido a que la caza es una de las habilidades innatas de todos los individuos, no ha sido necesario realizar una selección fuerte dentro de la especie, como ha ocurrido, por ejemplo, con el perro (caza, guarda, pastoreo…).
Por este motivo, y probablemente porque dicha domesticación es relativamente reciente (el perro lleva colaborando con nosotros más de 30000 años), el gato ha sido capaz de conservar muchas de las características que le permiten adaptarse perfectamente a la vida en libertad: son ágiles, rápidos, inteligentes y sigilosos.
Actualmente viven en el país miles de gatos en libertad, gatos ferales que han nacido en la calle y que difícilmente podrían adaptarse a vivir en una casa. A pesar de lo cual, forman parte de nuestro entorno y nos ofrecen el importante beneficio de evitar que se propaguen ratas y ratones en nuestros pueblos y ciudades.
La mayoría de ellos se agrupan en colonias, en un territorio más o menos delimitado con resguardo y alimento disponibles.
C.E.S.
Aunque suponen un gran beneficio para la sociedad, el crecimiento descontrolado de estas colonias puede suponer un perjuicio para la salud pública o la supervivencia de otras especies (principalmente aves pequeñas). Asimismo, la superpoblación facilita la transmisión de enfermedades entre ellos mismos y empeora enormemente su calidad de vida.
Según la Ley 4/2016, de 22 de julio, de Protección de los Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid «En aquellas ubicaciones en las que existan colonias de gatos, donde las condiciones del entorno lo permita, y al objeto de promover tanto la protección como el control poblacional de los gatos, los ayuntamientos fomentarán la gestión ética de dichas colonias, consistente en la captura y control sanitario de estos animales, su esterilización, marcaje, y suelta en su colonia de origen. Esta gestión se realizará, preferentemente, en colaboración con entidades de protección animal existentes en la zona»
Es por esto, que voluntarios, organizaciones protectoras y ayuntamientos trabajan y normalmente colaboran para realizar el control de estas poblaciones.
En muchos casos, los grupos residen en urbanizaciones o zonas privadas; por lo cual puede resultar de gran ayuda la colaboración de los vecinos, así como necesario su consentimiento.
Pasos del método:
- Observación de la colonia para identificar a los individuos que la componen y seleccionar aquellos que se someterán al procedimiento.
- Generalmente se dará prioridad a gatos con algún síntoma de enfermedad y hembras.
- La captura se realizará sin dolor y de la manera menos estresante posible; normalmente con jaulas trampa.
- Esterilización en centros veterinarios autorizados.
- La puesta en libertad se realizará en el mismo territorio donde se capturó el animal.
- Antes de la liberación, se realizará un pequeño corte en la oreja para que el gato pueda ser reconocido fácilmente como castrado.
Aquellos gatos que tengan posibilidades o necesidad de ser adoptados no se devolverán a la calle, sino que pasarán a una bolsa de adopción.
La idea es conseguir que el 100% de los gatos que compongan una colonia estén esterilizados. Para lo cual es necesario hacer un seguimiento constante de esta, que nos permita identificar nuevas entradas y aplicar el método en cada caso.