Enfermedad hepática felina. Conjunto de enfermedades que afectan a la funcionalidad del hígado.

El hígado es un órgano vital con múltiples funciones (digestión, eliminación de toxinas, biosíntesis, regulación del sistema inmune…). Puede verse afectado por muchas enfermedades, tanto primarias como secundarias. Tiene una gran capacidad de regeneración, lo que mejora las posibilidades de recuperación del animal.

Signos de enfermedad hepática

Letargia, disminución del apetito (hiporexia), fiebre (no siempre), adelgazamiento, coloración amarillenta de las mucosas y la piel (ictericia), acúmulo de líquido en el abdomen (ascitis), alteraciones en el comportamiento por intoxicación cerebral.

Diagnóstico

Dependerá de la causa. Generalmente es un diagnóstico multimodal que requiere de la realización de varias pruebas:

 Los análisis de sangre generalmente revelan un aumento de las enzimas hepáticas, elevación de la bilirrubina y alteración en los niveles de ácidos biliares. Junto a los análisis que permiten hacernos una idea de cómo funciona el hígado.

Suele ser necesario valorar su estructura y tamaño usando técnicas de imagen (radiografía, ecografía, resonancia magnética…).

En determinadas ocasiones, las pruebas anteriores no son diagnosticas al 100% y se necesita recurrir a técnicas de histopatología (punción y/o biopsia).

Enfermedades más frecuentes:

. Colangiohepatitis:

   – Neutrofílica: inflamación generalizada del hígado secundaria a infección bacteriana. Ocurre muy comúnmente junto a inflamación intestinal y pancreática, provocando la temida TRIADITIS. Se diagnostica mediante biopsia y cultivo y se trata con el antibiótico específico para las bacterias responsables. Su pronóstico es favorable, excepto que degenere hacia una lipidosis hepática.

   – Linfocítica: inflamación alrededor de los conductos biliares de causa desconocida (generalmente de origen inmunomediado). Se diagnostica mediante biopsia y se trata con antiinflamatorios esteroideos; suele requerir tratamiento de por vida.

. Lipidosis hepática: acúmulo de grasa en el hígado que lo infiltra de manera difusa y generalizada alterando su correcta funcionalidad. Ocurre cuando se produce un ayuno prolongado (por estrés o enfermedades concomitantes). Afecta con más frecuencia a gatos con sobrepeso y se trata de un trastorno grave y de alta mortalidad. Se diagnostica mediante punción con aguja fina. El tratamiento consiste en una correcta nutrición (generalmente requiere de la colocación de un tubo de alimentación esofágico o gástrico y el uso de alimentación específica con suplementos nutricionales y vitaminas.)

. Daño por medicaciones: no conviene olvidar que los gatos son muy sensibles a un elevado número de medicamentos que son seguros en otras especies. No medique nunca a su gato sin consultar con el veterinario ni deje medicamentos a su alcance.

. Tumores:  pueden ser primarios (originados en el hígado) o bien metástasis (diseminación de otros tumores en otras partes del cuerpo).  Se diagnostican mediante ecografía, pero el diagnóstico definitivo (determinar el tipo de tumor) se realiza mediante punción/biopsia. El tratamiento variará en función del tipo de tumor, siendo los más frecuentes el uso de quimioterapia (en el caso de los linfomas) o la cirugía (en carcinomas aislados).  Independientemente del tipo de tumor del que se trate, todos suelen tener mal pronóstico.

. Amiloidosis: consiste en el acúmulo de amiloide (un tipo de proteína) que provoca disfunción del hígado y predispone a que se rompa provocando una hemorragia abdominal (y la muerte del gato si no se actúa con rapidez). Afecta principalmente a las razas oriental y siamés.