Epilepsia en perros y gatos

La epilepsia en perros y gatos se define como una enfermedad del cerebro caracterizada por una predisposición duradera para originar ataques epilépticos. La definición, en la práctica, se aplica a tener dos o más ataques epilépticos no provocados, separados 24 horas.

Los ataques epilépticos son “manifestación/es de una actividad excesiva, simultánea y normalmente auto limitante de las neuronas en el cerebro”. Esto resulta en unos signos clínicos transitorios que se caracterizan por episodios cortos con características focales motoras, autonómicas o de comportamiento (sensoriales) debidas a una actividad neuronal anormalmente excesiva o simultánea en el cerebro.

La epilepsia presenta diferentes fases que debemos poder diferenciar:

  • Primera fase o prodromo: puede durar días u horas. Se suele observar inquietud, ansiedad o apego excesivo al propietario, miedo o agresividad.
  • Fase ictal: Es la actividad convulsiva en sí. Puede durar entre segundos y minutos, normalmente es un proceso autolimitante.
  • Fase postictal: etapa inmediatamentre posterior a la convulsión. Puede durar de segundos a días y es el momento en el que se pueden observar signos neurológicos residuales como ataxia, desorientación, ansiedad por comer o beber, agresividad, etc.

Según la zona o zonas a las que afecta la epilepsia, ésta se diferencia en focal o generalizada:

La epilepsia puede ser focal o generalizada, en función de si afecta a un hemisferio cerebral o a los dos, respectivamente.
  • Epilepsia focal: se caracteriza por afectar a un solo hemisferio cerebral, con presentando signos lateralizados/regionales que pueden aparecer solos o combinados. Entre los signos clínicos característicos podemos diferenciar los motores (contracciones fáciles repetidas, parpadeo rítmico, sacudidas rítmicas y repetidas de una extremidad, etc), autonómicos (micción, defecación, hipersalivación, dilatación de las pupilas y vómitos) y comportamentales (ansiedad, reacciones de miedo o agresividad, inquietud, etc).
  • Epilepsia generalizada: se caracteriza porque afecta a ambos hemisferios cerebrales, presentando signos principalmente autonómicos. Estas crisis epilépticas a su vez se pueden diferenciar en varios tipos:
    • Tónico clónicas: comienza con una fase tónica, de contracción generalizada que da paso a una fase clónica con movimientos de pedaleo de las extremidades. Son frecuentes los signos autonómicos.
    • Tónica: presentan una contracción generalizada, sin pedaleo y en muchas ocasiones sin signos autonómicos.
    • Clónica: presentan pedaleo principalmente y sacudidas de los grupos musculares.
    • Mioclónica: se observan movimientos bruscos que normalmente afectan a ambas partes del cuerpo.
    • Atónica: son poco frecuentes y lo que se observa es una debilidad completa del animal, una pérdida del tono muscular.

En algunos casos las crisis epilépticas que comienzan como focales, pueden pasar a ser generalizadas.

La epilepsia en perros y gatos se puede clasificar en dos grandes grupos:

  • Epilepsia idiopática: de origen predominantemente genético o presuntamente genético, en la cual no hay anomalías macroscópicas ni otras enfermedades subyacentes que puedan ser la causa de los ataques epilépticos. Dentro de ésta, se consideran tres subtipos:
    • Epilepsia genética: En los perros donde se ha identificado una mutación genética responsable de los ataques epilépticos. Este tipo de epilepsia actualmente no es reconocida en gatos (sólo en estudio experimental).
    • Epilepsia con sospecha genética: En la especie canina donde exista una prevalencia elevada por raza (mayor del 2%), análisis genealógico y/o acumulación de perros afectados de la misma familia que apoya la influencia genética.
    • Epilepsia de origen desconocido: donde la causa subyacente no se llega a conocer, pero las pruebas realizadas (analítica sanguínea, analítica de orina, ecografía, radiografía, resonancia, líquido cefalorraquídeo) son normales.
  • Epilepsia estructural: se caracteriza por ataques epilépticos causados por una lesión estructural intracraneal (neoplasia, inflamatorio/infeccioso, anomalía congénita, vascular, traumática, degenerativa) que se ha diagnosticado mediante las pruebas avanzadas de imagen (resonancia magnética o TAC), análisis del líquido cefalorraquídeo o hallazgos en la necropsia.
Existen otras causas de convulsiones a parte de la epilepsia, por ejemplo los tóxicos.

Existen otras causas de convulsiones. Son casos de epilepsia secundaria a enfermedad, pero no ese considera verdadera epilepsia puesto que, una vez eliminada la causa externa, se eliminarán estos episodios (enfermedades metabólicas, tóxicos, desequilibrios de electrolitos, hipoglucemia, déficit de tiamina, etc); todas ellas causas extracraneales.

La epilepsia estructural o las convulsiones secundarias suelen, aunque no necesariamente, estar acompañados de déficits neurológicos (simétricos o asimétricos) durante la fase interictal.


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