Los perros comunican su estrés y su miedo mediante señales visuales. Algunas veces no detectamos estos mensajes, produciéndose una escalada que desemboca en un mordisco.
En primer lugar, es importante entender estos signos para eliminar la causa. Si fuera necesario, habría que buscar ayuda en el veterinario etólogo cuando todavía es posible. En esta «escalera de agresión» podéis ver cómo evoluciona el comportamiento agresivo de los perros en función del peligro percibido y de la continuidad del mismo.