Hernia discal en perros y gatos.

La hernia discal es un proceso que afecta la columna vertebral de los perros y gatos, donde el disco intervertebral se desplaza de su posición normal. Esto puede provocar presión sobre la médula espinal o los nervios cercanos, resultando en síntomas que van desde leves molestias hasta problemas neurológicos graves.

Las causas de las hernias discales en perros y gatos pueden variar y suelen incluir:

Hernia discal en Bulldog Francés. Paciente de Vetclan Veterinarios.

1. Trauma:

  • Lesiones: Accidentes como caídas, golpes o impactos pueden causar un desplazamiento del disco intervertebral.
  • Movimientos bruscos: Saltos repentinos o giros violentos pueden ejercer presión sobre la columna, provocando la hernia.

2. Degeneración del disco:

  • Desgaste por envejecimiento: Con el tiempo, los discos intervertebrales pueden perder elasticidad y resistencia, volviéndose más propensos a desplazarse.
  • Condiciones genéticas: Algunas razas pueden tener una predisposición genética a desarrollar problemas en los discos intervertebrales.

3. Obesidad. El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre la columna vertebral, aumentando el riesgo de problemas en los discos.

4. Actividades extenuantes o inadecuadas (ejercicio intenso). Actividades excesivas o incorrectas para el tamaño o la edad de la mascota pueden contribuir al desgaste prematuro de los discos.

5. Condiciones subyacentes. Enfermedades como la enfermedad del disco intervertebral (IVDD, por sus siglas en inglés), que afecta específicamente los discos intervertebrales, pueden predisponer a la mascota a desarrollar hernias discales.

Algunos de los síntomas que podemos observar en animales que padecen una hernia discal son:

  • Dolor en la espalda o cuello.
  • Cojera o dificultad para moverse.
  • Debilidad en las extremidades.
  • Pérdida de sensibilidad o parálisis en las patas.
  • Incontinencia urinaria o fecal.

El veterinario realizará un examen físico y puede recomendar pruebas adicionales:

Veterinario realizando un examen físico de las extremidades afectadas.
  • Radiografías: Para evaluar la columna vertebral.
  • Resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC): Para obtener imágenes detalladas de la médula espinal y los discos.

El tratamiento de la hernia discal en perros y gatos puede variar según la gravedad de la afección y la condición específica de la mascota. Aquí te detallamos algunas opciones de tratamiento que dependerá de cada caso particular:

1. Manejo Conservador:

  • Reposo: Limitar la actividad física para reducir la presión sobre la columna vertebral.
  • Medicación: Analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares recetados por el veterinario para aliviar el dolor, la contracción muscular resultante y reducir la inflamación.

2. Terapias Físicas:

  • Fisioterapia: Ejercicios y técnicas específicas para fortalecer los músculos, mejorar la movilidad y reducir la presión sobre la columna.
  • Hidroterapia: Ejercicios en el agua para reducir la tensión en las articulaciones y permitir el movimiento controlado.

3. Cirugía:

  • Discectomía: Extracción del material del disco herniado para aliviar la presión sobre la médula espinal o los nervios.
  • Laminectomía: Eliminación parcial o total de la lámina del hueso para crear más espacio alrededor de la médula espinal y reducir la compresión.
Gato en sesión de hidroterapia.

El tratamiento específico dependerá de la evaluación realizada por el veterinario. En casos leves, el manejo conservador puede ser suficiente para controlar los síntomas. Sin embargo, en situaciones más graves o cuando hay complicaciones neurológicas, la cirugía puede ser necesaria para aliviar la presión sobre la médula espinal y mejorar la calidad de vida de la mascota. En estos casos, la pronta intervención puede suponer la diferencia entre la recuperación y el mantenimiento de los síntomas.

Es crucial seguir las recomendaciones del veterinario y realizar un seguimiento cercano para monitorizar la progresión y ajustar el tratamiento según sea necesario.

  • Control del peso: Evitar la obesidad reduce la presión sobre la columna.
  • Ejercicio adecuado: Actividades controladas y adecuadas para la edad y tamaño de la mascota.
  • Revisión veterinaria regular: Detectar problemas a tiempo ayuda a prevenir complicaciones.

La hernia discal es una condición seria que puede causar alteraciones severas en la movilidad/funcionamiento orgánico y afectar la calidad de vida de tu mascota. Si notas algún síntoma o comportamiento inusual en tu perro o gato, consulta con tu veterinario de inmediato para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Recuerda, la atención temprana puede marcar la diferencia en el pronóstico y la recuperación de tu mascota.


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