Luxación de rótula

Luxación de rótula perros

La luxación de rótula es el desplazamiento patológico de la rótula (un hueso sesamoideo colocado delante de la rodilla) hacia medial o lateral. Es una enfermedad congénita que se transmite a la descendencia y que afecta a la alineación de las extremidades traseras.

El desplazamiento se produce por varios factores, que normalmente actúan de forma conjunta, y que implican un fallo en el mecanismo extensor de la rodilla, la alineación del fémur con la tibia y la profundidad del surco intertroclear del fémur en el que se asienta la rótula.

En función de la gravedad de estos fallos y de su sintomatología, clasificamos la luxación de rótula en 4 grados, y con esta clasificación decidimos el tratamiento más adecuado.

¿A qué perros afecta?

La presentación más habitual (75-80% de los casos) es el desplazamiento hacia medial, que afecta típicamente a perros de raza pequeña, especialmente a Caniches, Yorkshires, Chihuahuas, Pomeranias, Pekineses, Boston Terriers y Cavalier King Charles.

El desplazamiento hacia lateral es menos frecuente, y más típico de razas grandes, con predisposición en algunas como el Akita Inu, Labrador, Alaskan Malamute y Husky.

¿Es doloroso?

En un principio la luxación en sí no es dolorosa. Sin embargo, al luxarse, el perro es incapaz de mantener la extremidad posterior estirada y esto le puede resultar molesto.

Sin embargo, la propia rótula al luxarse roza los cóndilos del fémur. Esto, unido a la inestabilidad que el proceso genera en la rodilla, provoca la aparición de una artrosis secundaria. Es por esto que, aunque la lesión en sí no es dolorosa, sí lo son sus consecuencias.

¿Cómo se trata?

Existen distintos tratamientos posibles y lo normal es que necesitemos combinar varios. Se realizará cirugía o no en función del grado de luxación y de las probabilidades de evolución de la artrosis.

Independientemente de que sea necesaria la cirugía o no, conviene hacer rehabilitación para fortalecer la musculatura de los muslos.

Para controlar el dolor usamos antiinflamatorios y analgésicos. Y por último, para retrasar la evolución de la artrosis secundaria es recomendable la administración de protectores del cartílago .