Rotura de ligamento cruzado

rotura de ligamento cruzado en perros
La rotura de ligamento cruzado en perros es una de las causas más comunes de cojera de miembro posterior en perros y la etiología más frecuente de artrosis degenerativa secundaria en la articulación de la rodilla.

Causas

Por varias razones (traumáticas o degenerativas) el LCA sufre una lesión que deriva en una rotura parcial o completa. La edad, el sobrepeso las enfermedades inmunomediadas, la excesiva inclinación de la meseta tibial y otras anomalías de conformación son algunos de los factores propuestos como causas de esta patología.

Tratamiento

La alta incidencia de enfermedad del LCA ha llevado al desarrollo de numerosas técnicas quirúrgicas en un intento de mejorar los resultados clínicos, particularmente en perros de razas grandes.
Las técnicas más actuales tienden a modificar la geometría anatómica de la tibia proximal, neutralizando las fuerzas de empuje craneal causantes de la rotura del LCA. Estas fuerzas pueden ser modificadas mediante la Osteotomía niveladora de la meseta tibial (TPLO) o mediante el avance de la tuberosidad tibial (TTA). Ambas cirugías conllevan la colocación de un implante por lo que requiere un control y reposo postoperatorio estricto durante 6-8 semanas pero luego podrán volver a su vida y actividad física de siempre.

Diagnóstico

Para su diagnóstico es necesario realizar una exploración ortopédica del animal y Radiografías en varias proyecciones de ambas rodillas. En la mayoría de los casos presentan dolor a la flexión y extensión de rodilla, atrofia muscular por falta de uso de la extremidad y la prueba de cajón o de compresión tibial nos confirma su diagnóstico en la mayoría de los casos.
Pronóstico

Con las técnicas actuales se consiguen resultados muy satisfactorios ya que generalmente suelen ser pacientes que acuden a la clínica por una cojera con o sin apoyo de varios días/semanas de duración que no mejora con tratamiento médico ni con reposo.
Dependerá de varios factores pero si se actúa pronto se evitará en gran medida el daño de la enfermedad articular degenerativa que conlleva la rotura del LCA y los pacientes podrán volver a llevar una vida completamente normal.