Este síndrome se debe a un desgaste del sistema nervioso central y lo podremos observar en perros de edad avanzada. Engloba un conjunto de trastornos que se caracterizan por una disminución de las funciones intelectuales de naturaleza orgánica, que produce una desintegración de las conductas sociales y personales del animal y que frecuentemente presenta un curso progresivo y crónico, dentro de los limites normales en función de la edad del paciente.
Lo que se puede observar en estos pacientes es que comienzan con problemas de comportamiento entre los 7 y 10 años.
Sintomatología
Algunos de los signos que nos ayudarán a saber si el paciente presenta este síndrome son:
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Disminución de la actividad, confusión y desorientación.
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Disminución de la interacción con los miembros de la familia
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Disminución de las respuestas sensitivas a estímulos
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Problemas en desarrollo de las ordenes, previamente aprendidas
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Incremento de la irritabilidad
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Alteraciones en el ciclo de sueño
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Comportamientos destructivos
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Defecación y micción inadecuadas
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Excesivas vocalizaciones
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Agresiones
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Fobias
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Ansiedad por separación
En ocasiones parte de estos signos pueden venir por enfermedades y en el caso de diagnosticarlas y tratarlas, dejaremos de tener dicho problema, debido a que no se trataba de una disfunción cognitiva sino de una enfermedad.
Diagnóstico
Por tanto para poder dar un diagnóstico, hay que tener en cuenta que habrá que realizar una visita al veterinario para asegurarse de que el estado del paciente es el adecuado antes de plantearse si nos encontramos frente a un síndrome de disfunción cognitiva o nos encontramos con una enfermedad.
Muchos de estos problemas no llegan a las consultas veterinarias porque los propietarios creen que los cambios de conducta que tiene su animal son normales considerando su edad. Por ello es importante tener presente una lista de problemas de comportamiento que pueden presentarse en perros ancianos para el reconocimiento de pacientes con posibles problemas de demencia.
Tratamiento
Una vez diagnosticado el problema hablaremos del tratamiento, que debemos centrarnos en tres partes:
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Modificación de conducta: para la modificación de conducta, se debería enfatizar sobre los aspectos de aprendizaje y memoria del paciente, y ello puede requerir del propietario una reeducación y un refuerzo de las conductas previamente aprendidas por el animal.
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Modificación del entorno: Sería beneficioso procurar un enriquecimiento ambiental por estimulación de las vías auditiva, táctil, oral y olfatoria. En este tipo de pacientes se ha demostrado que proporcionar un ejercicio físico apropiado en intensidad y duración facilita la socialización, y con ello se mejoran las relaciones con el propietario.
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Tratamiento farmacológico: El tratamiento farmacológico debe orientarse a paliar, por un lado los problemas de comportamiento asociados y por otro los desórdenes cognitivos.
Sería recomendable hacer un chequeo a todos los perros mayores de 7 años como medida preventiva para establecer un diagnóstico precoz de alteraciones cognitivas y poder actuar a tiempo, mejorando con ello los resultados del tratamiento.
Pueden acudir a nuestro centro veterinario para ello.