Tumores de bazo. Esplenectomía.

El bazo, junto a los ganglios linfáticos, constituye la principal fuente de células inmunológicas y del sistema mononuclear-fagocitario del organismo. Además de su actividad inmunológica, el bazo interviene en los mecanismos de hematopoyesis, filtración, fagocitosis, almacenamiento de glóbulos rojos, plaquetas y eliminación de células sanguíneas.

Masas esplénicas en ecografía abdominal. Paciente de Vetclan Veterinarios.

Los nódulos o masas esplénicas pueden tener un origen no neoplásico (hiperplasia nodular solitaria o múltiple, hematomas, abscesos y algunos casos de infartos) o neoplásico (hemangiosarcoma, fibrosarcoma, leiomiosarcoma, liposarcoma…).

El hemangiosarcoma es el tumor esplénico maligno más habitual en la especie canina, presenta un comportamiento agresivo y representa hasta el 70% de los casos. Se encuentra además con mayor frecuencia en perros de raza grande y de avanzada edad.

Los hematomas y la hiperplasia nodular son las alteraciones benignas más frecuentes y representan el 20-40% de las lesiones esplénicas.

Los signos clínicos generalmente dependen de la localización del tumor. Los perros con tumores del bazo pueden no presentar signos de ningún tipo, o pueden experimentar sintomatología leve:

  • Anorexia (falta de apetito)
  • Letargo
  • Pérdida de peso
  • Distensión abdominal
  • Intolerancia al ejercicio

El riesgo o peligro de cualquier masa esplénica es que se pueda romper y provocar una hemorragia. Los signos cuando se produce un sangrado pueden ser desde mucosas pálidas, aumento de frecuencia respiratoria y cardiaca, intolerancia al ejercicio hasta debilidad, desmayos, o incluso muerte repentina por una hemorragia fulminante.

Tanto en radiografía como en ecografía abdominal, podemos identificar lesiones esplénicas o líquido libre, pero será la ecografía abdominal el método más útil para el diagnóstico y el que nos permitirá su confirmación.

El diagnóstico siempre irá acompañado de otras pruebas como analítica de sangre completa, pruebas de coagulación, ecocardiografía y radiografías de tórax (para descartar metástasis), o incluso de abdominocentesis. Aunque para alcanzar un diagnóstico definitivo será necesario un estudio histopatológico.

Durante la intervención hay que prestar especial atención a los tres grandes paquetes vasculares del bazo.

La cirugía es el principal método de tratamiento. El uso de selladores vasculares permite retirar el bazo de forma rápida y segura, además de acortar significativamente el tiempo de anestesia en comparación con las ligaduras clásicas, lo cual es un factor decisivo en las cirugías de urgencia.

Hay que tener en cuenta algunos puntos importantes a la hora de sellar los vasos esplénicos. En general, los vasos deben sellarse cerca del bazo, ya que de la arteria esplénica sale una rama que irriga el lóbulo izquierdo del páncreas. Esta rama debe protegerse al máximo para evitar una isquemia o necrosis del páncreas.

En algunos casos de urgencia donde el paciente haya tenido un sangrado importante la cirugía irá acompañada de transfusiones sanguíneas con el fin de corregir las anormalidades severas hematológicas o de coagulación.

En caso de hemangiosarcomas, la esplenectomía como único tratamiento muestra tiempos de supervivencia muy limitados (dada su alta capacidad de metástasis). Por ello, en todos los casos se debe recomendar el empleo de quimioterapia adyuvante (modula la respuesta inmunitaria). La combinación de cirugía y quimioterapia permite duplicar o triplicar la supervivencia, de forma que se puede conseguir, con algunos protocolos, que un 30% de los animales tratados superen el año de supervivencia.


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